EL COLEGIO

Historia

En el año 1925 la orden se funda en Argentina. Primero se instalaron en el gran Buenos Aires, en la localidad de Ciudadela y luego a fines del año 1928 en la Ciudad de Buenos Aires. Desde un primer momento se vio la necesidad de fundar en otra provincia de Argentina y la elegida fue la Provincia de Santa Fe en su ciudad capital. Así que el 19 de Febrero de 1928 llegaba la primer comunidad de los Agustinos Recoletos a Santa Fe y el 23 de Abril de ese mismo año El Ilmo. Sr. Obispo Mons. Juan Agustín Boneo creaba canónicamente la Parroquia San José confiando la administración de la misma a la orden de los Agustinos Recoletos.

En 1962 la comunidad de Agustinos Recoletos de Santa Fe daba origen a la comunidad educativa con un sencillo jardín de infantes que poco a poco se transformaría en lo que es hoy una gran comunidad formada por los tres niveles educativos.

Identidad Educativa

Misión
El colegio Agustino Recoleto forma integralmente a las personas a la luz del evangelio y del espíritu agustiniano, para que asuman un compromiso en la búsqueda de la verdad y en la transformación de su entorno ambiental, cultural, y social.

Visión
Ser una institución educativa que, fundamentada en la doctrina católica, la filosofía y la pedagogía agustiniana, sea reconocida por su formación humana, permitiendo a los estudiantes trascender, desarrollar las competencias necesarias para la vida y ser líderes en la construcción de una sociedad justa, fraterna y solidaria.

Valores Institucionales
• Verdad
• Interioridad y Trascendencia
• Libertad
• Amistad
• Comunidad
• Justicia Solidaria

Pedagogía Agustiniana
El estilo de Educación Agustiniana es esencialmente una actitud total frente a Dios, a los demás, a la naturaleza y a sí mismo que se rige por unos principios:

• Conócete a ti mismo: el conocimiento de sí mismo es la fuente de la sabiduría del vivir. Te conoces a ti mismo cuando eres consciente, no sólo de tu hacer, sino de tu ser, y de tu calidad moral.

Aprende a escuchar: aprende a escuchar, primero al Maestro-Jesús- que te habla en tu interior, para que desde él puedas hablar a los otros.

• Cuida tu libertad interior: acepta la necesaria dependencia externa de los demás: no puedes vivir solo y aislado aunque debes ser autónomo. Pero no traiciones tu libertad interna: interésate por lo que eres, no por lo que los demás piensan o dicen que eres. La genuina libertad consiste “no en hacer lo que nos gusta, sino en gustar de hacer siempre lo que es bueno”.

• Trasciéndete a ti mismo: entra dentro de ti mismo y encontrarás tu verdadero “centro”; tu YO auténtico, y, en él, a Dios y en Dios, a todos los demás.

• Mantente inquieto y en continua búsqueda de la verdad y de la felicidad. En el camino espiritual cada cima conquistada invita a una ascensión. Si te conviertes en una persona satisfecha, espiritualmente has muerto.

Pastoral

El área pastoral del colegio es llevada adelante por todos los actores que se ven involucrados en el proceso de aprendizaje de cada uno de nuestros alumnos y alumnas. Por lo tanto, son nuestros docentes (en sus distintos niveles), personal auxiliar, administrativos y directivos, quienes colaboran de manera conjunta con la ejecución de las actividades pastorales que se realizan durante el ciclo lectivo.

Para la organización y coordinación de las actividades, contamos con un Equipo de Animación Pastoral. El mismo está conformado por maestras y docentes asociados de manera voluntaria, acompañados por el Asesor Pastoral, Fr. Luis Gonzalez Gallardo; y el coordinador pastoral, Santiago H. Parini.

Asimismo, contamos con la Pastoral de Padres, para la articulación de distintas actividades, que tienen como destinatarios a los padres, madres y familiares de los alumnos y alumnas de nuestra institución. Así como también se encuentra la Pastoral de Alumnos, para dinamizar y modernizar las propuestas pastorales para con ellos, y que puedan comenzar a desarrollar capacidades de liderazgo, estando al frente de diversas actividades o eventos.

Esencialmente, durante toda la escolaridad, buscamos propiciar los espacios para que cada alumno pueda tener un encuentro personal con Cristo, y comenzar a seguirlo, proponiendoles el carisma agustino-recoleto que nos caracteriza. Esta propuesta, se materializa a través de actividades, en las que pueden desarrollar la interioridad para conocer aún más a Cristo, las capacidades para vivir comunidad y el apostolado para dar a conocer la Buena Noticia al mundo.

• Actividades Interioridad
• Actividades Comunidad
• Actividades Apostolado

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Agustinos Recoletos

Los Agustinos Recoletos son una orden religiosa formada por cerca de 1.000 religiosos que, viviendo la vida fraterna en comunidad, quieren seguir a Cristo, casto, pobre y obediente; buscan la verdad y están al servicio de la Iglesia; se esfuerzan por crecer en la caridad según el carisma de san Agustín y la intensidad propia de la Recolección, movimiento de interioridad y radicalidad evangélica.

Ante todo, queridos hermanos, amemos a Dios; después, también al prójimo, porque éstos son los mandatos principales que se nos han dado (cf. Mt 22, 36-40). Regla de nuestro Padre San Agustín.
En el siglo XVI, algunos religiosos Agustinos de la provincia de Castilla, impulsados por un especial carisma colectivo, deseaban vivir con renovado fervor y nuevas normas la forma de vida consagrada que san Agustín fundó en la Iglesia, ilustró con su doctrina y ejemplo y ordenó en su santa Regla. Algo similar ocurrió, a comienzos del siglo XVII, en la provincia Agustiniana de Colombia
Los Agustinos Recoletos son herederos de la forma de vida suscitada por San Agustín (354-430) y asumida en el siglo XIII con espíritu mendicante por la Orden de San Agustín (Gran Unión de 1256). Después de más de tres siglos de historia, en 1912, fueron reconocidos por la Iglesia como orden religiosa autónoma. Su proyecto de vida es el propio de una orden religiosa, suscitada bajo el impulso del Espíritu Santo y aprobada por la Iglesia: viviendo en comunión de hermanos, desean seguir a Cristo, casto, pobre y obediente; buscan la verdad y están al servicio de la Iglesia; se esfuerzan por conseguir la perfección de la caridad según el carisma de san Agustín y el espíritu de la recolección.


La Forma de vivir, redactada por Fray Luis de León, fue aprobada por el definitorio provincial en septiembre de 1589 y, ocho años más tarde, obtuvo la confirmación pontificia. Sus catorce capítulos traducen y concretan el deseo de mayor perfección en una intensificación de la vida contemplativa y comunitaria, y en una acentuación de los rasgos ascéticos de la vida religiosa. Comenzaron a practicarse en el convento de Talavera en octubre de 1589.
El carisma es una experiencia del Espíritu Santo que implica un modo específico de ser, una específica misión y espiritualidad, estilo de vida fraterna y estructura al servicio de la misión eclesial. El carisma Agustiniano se resume en el amor a Dios sin condición, que une las almas y los corazones en convivencia comunitaria de hermanos, y que se difunde hacia todos los hombres para unirlos en Cristo dentro de su Iglesia. La vivencia del propio carisma les transmite la vitalidad que procede del Espíritu Santo, los renueva constantemente y los impulsa a la formación permanente para estar disponibles en el servicio de la Iglesia.
Patrimonio espiritual de la Orden son la vida, la doctrina y la Regla de San Agustín, la “Forma de vivir” de los comienzos de la recolección y el testimonio de santidad de tantos hermanos que, fieles al Espíritu, han dado vida a su historia.
Las Constituciones son la expresión del carisma de la Orden y proponen la manera peculiar de seguir a Jesús respondiendo a la vocación de Agustinos Recoletos. En ellas se integran los tres aspectos constitutivos del carisma: el amor contemplativo, el amor ordenado comunitario y el amor difusivo apostólico.
La Orden está formada por religiosos sacerdotes y religiosos hermanos; todos ellos viven su vocación, comparten la vida fraterna en la comunidad y tienen una misión que realizar.